Celia. 44. Malagueña. Casada. Ritmo fuerte. Prólogo.

Nota de autor: Tiempo de lectura media de 24 minutos apropiadamente.


¿Qué hace la gente cuando está de vacaciones? Descansar. También suele hacer otras actividades que no suele realizar a menudo, como escapada a la montaña o al fondo marino o simplemente visitar otras localidades, ciudades y países. Hasta aquí es lo normal cuando estas de vacaciones.


Pero nadie en su sano juicio se dedica a hacer lo mismo que trabaja, al menos es lo que yo entiendo por estar de vacaciones.


Bien, pues en mi caso, no sé el porqué, pero cuando estoy al menos un par de días de descanso o de vacaciones, me gusta relajarme y no hacer realmente nada, aunque al no vivir solo tampoco puedo estar sin hacer nada.


Esta historia es real, ocurrida en tres fines de semana que es cuando Celia (así llamaremos a la protagonista de dicha historia, por petición de ella) y su marido podían digamos estar más libres de cargas familiares.


Bien, pues yo los fines de semana intento al menos no trabajar como el resto de días de la semana, sobre todo, en verano, porque con el calor, la verdad, se agradece mucho un pequeño descanso, pero recibo una llamada de mi amiga Sonsoles, (para quien no sepa quienes les recomiendo que lean en mi perfil dicha historia, es fácil y nada complicado) el viernes día 2 de agosto de este año, 2024, que la verdad es que hacía mucho que no sabía nada de ella, porque en el verano entre vacaciones de empleados y vacaciones de ellos, pues digamos que no tenemos apenas contacto, tampoco es que me visite mucho ella a lo largo del año, solo cuando necesita su dosis de masajes completos con todos los finales felices posibles. Pues tras la llamada y agradable todo sea dicho, me quedo algo pensativo. Os resumo la conversación. Tanto Sergio (marido de Sonsoles) como ella, tienen un matrimonio amigo (en el caso de Sergio es por motivos de trabajo y en el caso de Sonsoles es una amistad entre ellas que no sé exactamente si han tenido o no sexo, pero supongo que sí, porque a ella le va todo, no tiene ninguna discriminación sexual ante las amistades), pues habían tenido la visita más que divertida de Celia y Cosme, el día anterior, y bueno, pues surgió el tema de buscar un “amigo” con mucho derecho, porque Celia necesitaba (según Cosme) alguien más para darle ese placer sexual que ella añoraba desde su juventud, y aunque el marido hacia lo que podía, digamos que no conseguía que estuviera satisfecha. Habían probado casi de todo, juguetes, algunas escapadas a otras ciudades e ir a locales de intercambio, pero como todos sabemos, eso solo es para un rato y ya está. Pues Sonsoles y Sergio le hablaron de mí. ¿Por qué? Ni idea, pero por lo visto me recomendaron por dos motivos. Discreción absoluta y unas manos muy habilidosas. 


No hace falta describir más la conversación, digamos que mi manera de ser hace que Sonsoles y Sergio me tengan en una gran estima y cuando pueden, pues me recomiendan. Que yo se lo agradezco enormemente, ya que son para mí el típico matrimonio amigo que puedes hablar de lo que quieras y además tener sexo con la mujer y saber que no estas engañando para nada al marido. No me considero un amante, pero si un muy “buen amigo”.


Pues como Sonsoles me indico que Sergio le había dado mi teléfono a Celia (con las consiguientes directrices que yo exijo, es decir, no dar a gente que no conozcan y, sobre todo, sabiendo que yo no me aburro para nada) pues ella quiso avisarme por si recibía un mensaje entre el día que me hizo la llamada y a lo sumo al día siguiente, para que yo no bloqueara dicho mensaje. A veces, te mandan mensajes de compañías grandes que te solicitan para trabajar, cosa que yo bloqueo, sobre todo si tienen un número muy largo o si nunca les he mandado un cvitae, que nunca lo hago, tengo mi propio trabajo como para dedicarme a trabajar para una empresa.


Bueno, pues recibo el mensaje de Celia a eso de las siete de la tarde del día 2 de agosto. Y expongo a continuación el mensaje, para quien no haya leído el Microrrelato con el mismo nombre que esta historia, porque siempre hay gente despistada, jejejeje:

“Hola Jorge, soy Celia, amiga de Sonsoles y Sergio.

Te mando este mensaje para decirte que ante todo no te voy a hacer perder el tiempo.

Mi marido y yo somos amigos desde hace tiempo (por motivos de trabajo entre ellos) de Sonso y Sergio.

Hace una semana estuvimos en su casa de Córdoba, cenando y bueno pues salió el tema entre nosotras, de buscar un sustituto o una ayuda a mi marido, ya que el pobre no aguanta mi ritmo sexual.

Tanto Sonso como Sergio nos hablaron de ti, por tanto, tienes una de las mejores referencias, porque nunca hay que dudar de unos amigos.

Podría buscarme un amigo o varios y tener sexo con ellos, sin que mi marido lo supiera, pero realmente no es lo que yo quiero, porque también deseo que él esté presente.

Bueno, para ser directa, quiero follar contigo y ver si aguantas mi ritmo.

¿Por qué? Bueno, pues por varios motivos:

Lo primero son tus referencias, la verdad es que dan ganas de conocerte ya.

También porque como nosotros, eres muy discreto, y eso, hoy en día es un valor añadido. Sé que incluso para ti es mucho más importante que el simple hecho de tener unas relaciones sexuales con una mujer casada.

Luego, está lo que Sergio te denomina como “manos calientes” y es que por lo visto das unos masajes que mojan cualquier braga.

Luego está esa manía que nos contaron en la cena de que no dejas a ninguna mujer que está contigo sin su par de orgasmos (si te soy sincera, yo necesito más) y es un punto a favor tuyo.

Porque nunca discriminas o, mejor dicho, no humillas al marido, como otros que van de “Machitos” insultando o incluso haciendo que el marido se sienta discriminado. Eso no es lo que buscamos nosotros o, mejor dicho, yo. Yo a mi marido lo amo con locura y he sufrido mucho cuando algún “listillo” ha intentado hacer dicha acción. Que mi marido no tiene la culpa de tener una esposa tan caliente y necesitada. 

Y para rematar todo, vives en la misma provincia, es decir, no tenemos que buscar lejos.

Es por ello que yo te mando este mensaje, ya que Sergio nos dio tu teléfono con la condición de que respetáramos tus normas de discreción, cosa que nosotros también necesitamos esa discreción.


Un beso en donde quieras, y espero contestación tuya. Ahhhh, este es mi teléfono, mi marido sabrá lo que yo quiera que sepa. Te mando un par de fotos (que me hicieron Sonso y Sergio) en donde puedes ver que no estoy nada mal (la de mis tetas lo propuso Sergio, como buen hombre sabe que aprecias una buena delantera).


Post data, me encanta que me chupen los pezones hasta ponerlos duros”.


Hasta aquí todo perfecto.

Mensaje correcto.

Ninguna falta de ortografía, que yo siempre lo agradezco.

Y sinceridad, ante todo.

Las fotografías eran simples. En la que Celia esta vestida, llevaba un pantalón vaquero o tejano normal y corriente, corto, eso sí, y una camiseta de tirantes, de color verde. Se le notaba una melena natural rizada, como buena morena. Unos ojos atrayentes y directos. En la otra foto, digamos que estaba claro que la hizo para que me fijara que tetas tenia, vaya si tenía esta mujer. Mis dos manos no tapaban totalmente una de sus tetas.


¿Y yo qué hice? Pues responder. Hay que ser educados y responder cuando te mandan un mensaje, al menos tras ser avisado de ello.


Expongo el mensaje que yo le respondí:

“Buenas tardes o noches Celia, según leas este mensaje. Aun no soy adivino, jejeje.

Sabía que me ibas a mandar el mensaje, porque Sonsoles me había avisado esta mañana, y claro, también para que no te bloqueara.

Estoy casi al tanto de lo que necesitas tú, pero tampoco sé lo que realmente quieres, si solo un masajista para que te dé caña de vez en cuando, o si por el contrario quieres que vaya a vuestra casa y te demos entre tu marido y yo. Sea lo que sea, digamos que abra que ver cuándo, porque como te habrán comentado, precisamente aburrido no estoy. Aunque yo me adapto a vuestros horarios, pero si me tengo que desplazar, digamos que eso me trastoca un poco. También te indico que podéis venir a mi casa, para mayor discreción y entonces podemos tener más libertad. No vivo solo, pero la compañía aceptará nuestros encuentros, hace su vida y entiende que yo tenga la mía. Supongo que Sonsoles y Sergio también os lo habrán contado, pero me gusta indicar que solo, lo que se dice solo, no vivo.

Y bueno, esperando que me digas algo, si quieres, podemos charlar y así sabemos también nuestras voces, pero supongo que no buscas una voz sensual, sino un rabo que te deje bien satisfecha, aparte de unas manos que te toquen todo el cuerpo. 

Besos donde yo siempre los doy, en la boca con lengua, en tu coño con más lengua y en tus preciosas tetas con mucho labio. 

Post data: Yo no te mando foto, por un simple motivo. Ya me has visto en las que Sonsoles y Sergio te enseñaron, porque sé que las has visto, ya que este matrimonio no solo recomienda, sino que enseña también sus buenas referencias. Veras que no soy superdotado, porque no lo necesito, ya que algunos hombres solo con saber moverse, ya somos muy superdotados.”



¿Quería ella ponerme algo excitado? Pues no lo consiguió, ya que, a mí unas fotos no me excitan, después de estar trabajando todo el día con cuerpos de mujeres desnudas aplicando masajes de todo tipo, unas fotos no me hacen nada. Pero yo sabía que, si le había puesto no mojada, sino más bien caliente su mente. ¿Por qué lo sabía? Porque me llamo, jajajaja. No tardo ni dos minutos tras leer mi mensaje, en hacer la llamada correspondiente (y me rio porque realmente sé cuándo contesto mensajes subidos de tono para que hagan tras un pequeño periodo breve de pensar. Llamarme “listo” o “diablillo” pero la vida te da una gran experiencia).


Nuestra primera conversación telefónica tuvo de todo, risas, más risas, bromas y peticiones por parte de ella y yo dando mi visto bueno a algunas, otras eran lógico que no aceptará, porque un hombre no tiene que decir siempre que sí. ¿El resultado? Que fijamos como un primer contacto con este matrimonio (ya que, si voy a dar placer a una mujer con el marido sabiendo o presente, siempre exijo que nos veamos a tomar algo, cuando ellos puedan, claro) cuando ellos tuvieran un par de horas libres en sus vidas. Sabía que tenían hijos pequeños, y solo hay que pensar un poco para saber que no es fácil que los dos estén sin los hijos de por medio. Me dijo Celia que hablaría con su marido y a ver si el sábado podían estar un par de horas sin los “peques” aunque lo veía muy repentino. Yo le dije, que en cuanto lo supiera, me mandará un mensaje para confirmar y así yo no ocupar dicho día en otras obligaciones mías. Todos tenemos vida, aunque no lo parezca a veces.


Recibo un mensaje de Celia casi de noche, a las nueve y media, en donde me indica que, al día siguiente, es decir, el sábado 3 de agosto de 2024, podían estar unas horas sin sus cargas familiares, para eso de las 6 de la tarde. Me pregunto si me venía bien quedar. Estaba más que claro que ella quería verme en persona, o al menos eso entendí en su mensaje. Tampoco era cuestión de negar a esta pareja una primera cita, por tanto, y para que no pudiera ser un sitio en donde que les reconocieran mucho, le dije y puse la ubicación de cómo llegar a una cafetería que conozco y cerca de mi casa, muy discreta, con un balcón con vistas al mar y que no suele ser muy concurrida por mucha gente (sobre todo “guiris” nacionales o internacionales en este mes de verano) para que así nos tomáramos algo y charlar, aunque sé que Celia ya tenía ganas de sexo. Eso se nota, aunque las mujeres disimulen en hacer que no es así. ¿Por qué lo sabía? Porque conozco a Sonsoles y sé cómo vende a sus amistades los tíos que se folla. Conozco a Sergio y sé cómo vende a sus amistades y lo que le hacen a su esposa. Sabia incluso que Sonsoles y Sergio les habían dicho a Celia y Cosme que, tras nuestro famoso contacto, les había escrito no un par de relatos, sino una novela con todo lo que habíamos hecho desde que nos conocimos. Eso, a cualquier mujer le calienta, pero al marido o novio, le pone cachondo perdido. Saber que ella es la protagonista no solo en la vida real de ese momento sexual, sino plasmado en palabras en un texto que lo puede leer cualquier persona del mundo, es más que suficiente para ser ellos los próximos protagonistas de dicha historia real. También le dije respondiendo a su mensaje, que para la primera cita que íbamos a tener los tres, no hacía falta ir bien vestidos, ya que era el primer contacto real, y yo sé lo que las mujeres se preparan y eligen tanto la ropa de vestir como la interior. Los hombres digamos que no somos tan detallistas como vosotras, las mujeres, para estos casos.


¿Qué hice yo hasta la fecha indicada para quedar a tomar algo con Celia y Cosme? Pues seguir mi vida privada. Tengo vida privada y nadie lo sabrá nunca. Hay que tener secretos también, jejeje.



Llega el día y la hora de conocernos en persona. Celia llevaba un vestido amplio y veraniego. Cosme llevaba un pantalón bermuda y una camisa, y yo iba con mi pantalón corto y una camiseta amplia, no me gusta la ropa ceñida y menos en verano. Eran las seis de la tarde, yo llevaba en la cafetería escasos diez minutos. Sabía que eran ellos porque a esa hora apenas hay gente tomando algún café, prefieren estar tumbados en la toalla, tomando el sol, en la playa. 


Tras darnos los besos de presentación y el abrazo de manos entre caballeros, les indique si les gustaban las vistas de la mesa en la que estaba ya que, si no era de su agrado, podríamos cambiarnos a otra mesa más discreta para ellos, ya que conozco a la dueña del local y me da libertad sin problemas para cambiarme si no me gusta la mesa. Celia dijo que era idílica la vista al mar, y Cosme, creo que algo nervioso por la cita, afirmo, pero no dijo nada. Llego el camarero para tomar nota de lo que iban a tomar esta pareja, ya que yo estaba con un té que me gusta mucho.


Y tras sentarnos, ambos relajarse un poco y Celia quitarse su gafa de sol en donde podía ver nítidamente esa mirada que tiene esta mujer, mientras que Cosme seguía con sus gafas de sol puestas en su rostro, pues empezamos a charlar.


Fui muy directo, para acojonar más a Cosme y para calentar del todo a Celia. Les dije textualmente:

— A ver, sé que sabéis por parte de Sonsoles y Sergio, lo que yo hago con parejas o con matrimonios amigos míos, porque sé cómo venden ellos a sus amistades. Me ha dicho Sonsoles lo que necesitas tú, Celia, y lo que no quieres. A ti, Cosme, sé que necesitas no un sustituto para follar a tu esposa, sino un compañero o aliado para así que no te agote y te deje sin fuerzas. Yo no os mentiré nunca, si hay que reventar el cuerpo de la mujer, se hace, pero siempre con el marido participando en lo que pueda. Pasó olímpicamente de directores de cine que me dicen como tocar o donde meter mi rabo porque conocen a su mujer, lo siento, esto no es hacer un video porno, porque no soy actor. Soy solo un hombre que da placer para ambas partes, pero cuidado, soy hetero, por tanto, no meto en culo ajeno, no chupo rabo ni dejo que el hombre me la chupe, y por supuesto, nada de besos entre tíos. No soy radical u otra cosa, simplemente me gusta disfrutar del cuerpo de la mujer, que ella se sienta a gusto, excitada y caliente en todo momento. El hombre simplemente es otro más que participa, pero los roces obviamente suelen haber y no los rechazo, tampoco los provoco. Me gusta comer tanto tetas como clítoris, puedo hacer dicha acción mientras estoy penetrando, como antes o después, lo importante para mí es que el cuerpo esté ardiendo de deseo. Nunca y digo nunca, hago sesiones de BDSM, me niego, es más, creo que torturar el cuerpo es algo que va en contra de mis principios, para eso doy masajes a mujeres, no las ato, no las daño y no provoco dolor en ninguna de sus facetas, por tanto, si estáis buscando un “Grey” lo siento, yo no soy ese hombre, que sé que sigue de moda. Siempre hago alguna tontería para reír, porque la risa es el mejor afrodisiaco que pueda tener un cuerpo, relaja y estira músculos, aparte de que follar no es hacer el amor, no es para mí, simplemente es eso, sexo, necesidad fisiológica. También os digo, aunque Sonsoles estoy seguro que te lo ha dicho, tardo mucho en sacar mi leche, y esto es de siempre, por tanto, si quieres un hombre que se corra varias veces en poco tiempo, usa a otro hombre, yo me tomo mi tiempo porque disfruto en cada penetración. Si puedo dar algún que otro azote en el culo o en las tetas, pero nunca con un síndrome de humillación, sino simplemente como para despertar a esos músculos que están algo dormidos, aparte que de vez en cuando, un cachete picante en el culo, aumenta la excitación, pero sin llegar a poner el culo como la bandera de Japón. Y bueno, para que podáis pensar mejor tras esta primera cita, os diré que si hablo tan claramente aquí no significa que sea así en cualquier otro sitio, sé que aquí tenemos la discreción absoluta para poder hablar abiertamente.


Hice un parón en mi testimonio cuando llego el camarero con la bebida que habían solicitado, mientras yo seguía mirando fijamente a los ojos de Celia, estaban brillantes, medio sonriendo en sus labios, y entonces ya vi los ojos de Cosme al quitarse sus gafas de sol.


Aquí intentaron responderme los dos a la vez, pero Celia dejo que su marido lo hiciera primero, y me dijo escuetamente:

— Gracias Jorge, primero por dedicar tiempo de tu vida privada a nosotros. Se agradece que seas tan detallista para concretar esta cita, sabemos por Sonsoles y Sergio que tú, precisamente los fines de semana es cuando más trabajas dando masajes y sobre todo ahora en verano, por eso, te agradecemos enormemente que nos hayas citado cuando nosotros hemos podido. También te agradezco por mi parte, que seas tan directo, Sergio me dijo que no te andas con tonterías ni mareando. Vas directo al grano, y eso la verdad es que a mí y supongo que, a Celia, — hizo un gesto para girar su rostro y mirar a su esposa, para volver a mirar mi cara, — estará de acuerdo conmigo, que hemos de agradecerte tu sinceridad. Lo que acabas de decir, no te voy a mentir, me ha puesto cachondo para arriba. Celia ahora te dirá realmente como está, pero si te has fijado, no ha dejado de sonreírte en todo momento. Te hemos elegido a ti por varios motivos que sabrás o no, pero realmente es que las referencias que nos dieron de ti, nos han hecho elegirte, por ser maduro y se ve que no eres novato en esto. Porque, además, cuidas en todo momento el placer de ella, el mío, ya veremos cómo va, pero ahora mismo me gustaría incluso que le metieras mano bajo el vestido, pero como bien has dicho, no soy un director de video porno, por tanto, eso lo harás si quieres y cuando ella quiera también. Y por mi parte, estoy cómodo con la conversación.


Al fin acabo su primera contestación, Cosme.


Ahora le tocaba a Celia. Esta mujer la verdad es que no sé cómo definir precisamente, pero mejor lean lo que me dijo:

— Buenas Jorge, sinceramente, eres lo que quiero. Cierto es que mi amiga Sonso me dijo que eres detallista, eres muy impetuoso, sabes calentar con pocas palabras, sabes tocar a una mujer y aún no lo he comprobado, aunque tengo unas ganas locas. Te he elegido yo, Cosme lo ha hecho según mis necesidades y tus referencias sobre todo de Sergio, — miro a su marido, mientras le acariciaba la mano en señal de amor, — y estuve hablando mucho rato con mi amiga y no me dejo ninguna duda que eras el perfecto amigo que toda mujer casada tiene que tener. Cosme también hablo mucho con Sergio, que creo que intento contratarte, pero no se consiguió, el motivo está entre vosotros. Sé que a Sonso la llevas tratando desde hace muchos años, por tanto, eso es un punto a favor, todo sea dicho. Yo necesito como tú bien has apuntado, un amigo o un compañero que ayude a mi marido, para darme placer, no quiero ni un “follamigo” ni un amante que tenga que ocultar a Cosme, porque eso realmente lo que hace es matar una relación. Sé que yo a veces soy muy ardiente y no me conformo con un polvete rápido, que cuidado, los “rapidines” son lo mejor, pero yo necesito más. Puede parecer que este muy salida, pero no es así, simplemente que necesito más de lo normal en una pareja y más con hijos. Respecto a lo de los hijos, te doy las gracias por saber lo que conlleva el tener que criar y además seguir teniendo nuestras relaciones íntimas, por eso, sé que Sonso me ha dicho que te adaptas muy bien a nuestros posibles horarios. Por otro lado, deseo la verdad, probar ya como eres, pero entiendo o entendemos que tú querías primero esta cita para así saber los puntos que teníamos que darte o que oyeras. Yo necesito sexo, cañero a veces y otras delicado. Sé que contigo no hay problema en ello, incluso, y Cosme estará de acuerdo en esto que te voy a decir, quiero sentirme una “putita” contigo. Mi marido lo intenta, pero chico, a veces se queda corto, ya sabes que cuando hay amor no hay mucho vicio, y necesito a veces sentirme eso, pero claro, discreción, ante todo. Al vernos ahora sin nuestras gafas de sol, puede que nos hayas visto en nuestras profesiones, y sabemos, incluso sé por Sonso y Sergio que no vas a decir nada de nada. Y ya, por último, joder tío, lo de escribir nuestros momentos calientes e íntimos, que quieres que te diga, a una la ponen cachonda perdida, pero encima leímos los relatos que nos enseñaron Sonso y Sergio de ellos y de otros más que tienes, y te juro que, si hubieras estado en ese momento con nosotros, los cuatro, las dos parejas, tú nos hubieras follado a las dos, estoy muy segura. Pero sabemos que, si quieres escribir dicha historia, tienes nuestra aprobación, porque a mí nunca me han metido como protagonista en historias calientes como las que escribes tú, que sabemos que son reales. Así que, ¿imagina las ganas que tengo de sentirte dentro de mí y de que plasmes tus sentidos en palabras?


Ala, la nena se quedó muy a gusto al decir claramente que quería ser una protagonista de una historia real vivida y también leída. Cosme estaba incluso muy alegre por saber que iban a ser los protagonistas de dicha historia. 


Les indique, que ellos elegirían los nombres de los protagonistas, pero que nunca fueran en referencia a sus vidas y trabajos.


Y tras estar una hora y media charlando de cualquier cosa, incluso de sus vidas profesionales como la mía, y de las privadas como la mía, pues quedamos en una próxima cita, seguramente sería el siguiente sábado, que es cuando podían realmente estar más libres de cargas.


La cita seria en mi casa, para discreción de ellos.


Pero antes de despedirnos de dicho primer encuentro, Celia me pregunto dónde se encontraba el aseo. Esto lo podría haber preguntado al camarero, ¿pero por qué me lo pregunto a mí, si yo no era el dueño de la cafetería? Porque una mujer discreta sabe mandar una señal al hombre que desea. 


Le indique por donde estaba el aseo, pero como sé que no es fácil de encontrar, ya que hay que pasar por un pasillo con un par de puertas sin nombre, pues me levante para guiar su duda. Cuando volví a sentarme, Cosme me hizo algunos comentarios típicos en las dudas de un hombre casado, a lo que yo le respondí con naturalidad. Estos comentarios no es que sean dudas como tales sino más bien es porque suelen hacer los hombres cuando van a entregar de alguna manera a sus respectivas esposas o novias a gente que no conocen aún.


Entonces le dije que me disculpará porque yo también iba a ir al baño, que es realmente lo que hice, pero antes de entrar en el aseo de hombres, me topé con Celia y me planto un verdadero morreo sin yo esperar que lo hiciera. Cuando una mujer me besa sin yo esperar que lo haga, algo en mi cuerpo también quiere saludar, pero hoy no llevaba ni un solo condón en mis bolsillos, por tanto, meter mi rabo (que supongo que Celia era lo que deseaba en ese mismo momento) pues no podía ser, pero si le podía hacer un “dedil” que es como yo llamo a meter la mano y masturbar su clítoris, por eso, le dije que esperará un momento, entre el baño de hombres, me lave las manos rápidamente (nunca se sabe que gérmenes podemos llevar en nuestros dedos) y salí rápidamente donde ella estaba. Le subí un poco su falda, metiendo mi mano en busca de su braguita o tanga, pero me di cuenta o que ella se lo había quitado o que no llevaba desde el primer momento, por lo que le hice una de las pajas más rápidas que se le puede dar a una mujer. Creo que en un par de minutos Celia se tuvo que agarrar a mi cuello, porque sus piernas temblaban, sus tetas enfundadas en dicho vestido veraniego daban señales de estar vivas, porque sus pezones se marcaban muchísimo, y saliendo de su boca unos jadeos algo silenciados, supe que se había corrido y con ganas, esta mujer casada. Quiso agacharse para hacerme una mamada, pero le indique que no llevaba condones, por lo que eso ya lo haríamos en otro momento. Entonces yo me metí en mi baño, porque me estaba meando realmente, y ella se fue a la mesa en donde se encontraba su marido.


Tras acabar de hacer yo mis necesidades urinarias y lavarme de nuevo las manos, fui a la barra para pagar las consumiciones, ya que un caballero, tiene esos detalles (al menos en las primeras citas), y tras pagar me fui a sentarme un rato con esta pareja.


Estuvimos charlando un poco de todo, hasta que ya nos despedimos. Salimos juntos de la cafetería y cuando ellos se despidieron de mí, beso en la boca de Celia a mí y a su marido también, (no hay que dar celos a nadie en ningún momento) y tras el saludo con las manos apretadas de Cosme conmigo, me pregunto si me acercaban a algún sitio, ya que se habían trasladado en coche, y que no les importaba. Realmente vivo a escasos 20 minutos andando de la cafetería, y tampoco era necesario, pero Cosme insistió primordialmente porque les había invitado a las consumiciones. Sinceramente yo sabía que Celia y Cosme me querían llevar no por mi pequeña caminata y con el calor que hacía, sino para otra cosa, así que, sabiendo que eran de confianza y que no pasaría nada malo, acepte su invitación.


No sé el protocolo de conducta cuando te invita una pareja a ir con ellos en su vehículo, pero opte por sentarme atrás, mientras Cosme conducía y Celia fuera de copiloto. Pero cuando ella ya sentada y esperando a que su marido entrará en su asiento, vio que yo me acomodaba ligeramente en la parte de atrás de su vehículo, pues abrió su puerta y supongo que le diría a su marido que me haría compañía. Cuando la vi sentarse por la otra puerta, a mi lado, sabía que no era para hacerme compañía, sino más bien para continuar con lo que no le había dejado minutos antes hacer en el pasillo de los lavabos. Cuando una mujer quiere hacerte una mamada, no te niegues, porque al final lo hará, así que, una vez todos sentados en nuestros asientos, Cosme me pregunto si le podía decir la dirección exacta, así lo pondría en el navegador de su coche y le conduciría directamente. Claro que se lo dije, por otro motivo, así ellos sabrían donde sería la siguiente cita conmigo, en mi casa. Si andando eran veinte minutos, en coche eran como siete, porque había calles que no eran del mismo sentido. Es poco tiempo para que me hagan una mamada, pero bueno, nada más arrancar el motor (aviso, supongo que lo arranco, porque empezamos a movernos y no se oía nada), note que dicho vehículo (no diré la marca porque no publicita esta historia, pero solo diré que es eléctrico 100% y empieza por una T el nombre, así ya saben de qué marca de automóviles eléctricos es), pues le dije a Cosme si era de estos que vehículos que no necesitan ya las gasolineras. Se rieron los dos, ya que Celia vio que aún no conocía apenas nada el mundo de los nuevos vehículos sin motor de combustible, sino más bien eléctricos. Me dijo Cosme que a veces si necesitaban parar un par de horas en los trayectos largos, para repostar la energía que necesitaban, y que en casi todas las gasolineras de combustible fósil (petróleo o sus derivados, gasolina y gasóleo) también estaban los puntos de alimentación eléctrica. 


Ea, no te acostarás sin saber una cosa más.


Pues mientras nos dirigíamos a mi dirección, Celia no se cortó ni un pelo, me bajo la cremallera de mi pantalón corto. Saco mi miembro medio duro o medio blando, y agachándose, se la trago entera, y digo entera, porque siempre digo que yo no la tengo larga, sino gorda, y cuando esta “morcillona” es fácil tragar, pero cuando está en su plena potencia, no es nada fácil. 


Debo de indicar que este modelo de vehículo eléctrico es muy amplio por dentro, porque al yo estar casi pegado a un lateral, Celia se pudo poner en la posición de a cuatro patas y le quedaba espacio suficiente para otro hombre sentado y sin estar pegado a la puerta.


Que me hagan una mamada en plena trayecto, estando yo en el asiento de atrás, digamos que es uno de mis placeres sexuales, pero si además te lo hace una mujer mientras su marido conduce, ya no os lo puedo decir lo que siento. Así que, deje que Celia se tragara o hiciera como deseaba la mamada, total, estaba yo digamos en una situación de no poder negarme, por mi placer y porque a ella le gustaba hacerlas, porque tenía ya experiencia, vaya que si la tenía.


Pues no me di cuenta que habíamos llegado a mi dirección cuando estaba Celia estaba taladrando con su garganta mi rabo, cuando noté que no nos movíamos. Cosme miraba como la melena de su esposa tapaba mi rabo, pero él si podía ver mi cara de placer (todos los hombres ponemos caras raras cuando nos hacen dicha felación, nadie puede decir que no pone caras raras), y se empezó a masturbar mientras oía ese lenguaje más que conocido que se hace con una boca ensalivada y un pene jugoso. Entonces yo abrí los ojos y vi que estábamos en mi calle.


Le dije que llegará al final y que girara a mano izquierda, que había como una entrada de la calle, realmente es una calle cortada, el resto ya es campo. Justo en dicha calle tengo yo la entrada a mi garaje, y abrí la verja con mi móvil (celular para otros países) con un código que tengo a distancia. Le indique que entrará, así estaríamos más reservados de alguna curiosa persona que pudiera pasear para ir a la playa o volver de ella por el camino de tierra que hay detrás de mi casa. Cosme metió su vehículo en mi techado garaje y ya cuando noté que mi verja se había cerrado por completo, les dije que ahora si estábamos totalmente escondidos a la vista de cualquier persona. Mi garaje está realmente al aire libre dentro de mi jardín, pero lo tengo techado porque a veces el sol puede quemar a quien se encuentre dentro de un vehículo, además, ahora en verano se agradece un garaje techado. ¿Por qué les indique esto a esta pareja? Fácil.


Yo sabía que ver a tu esposa comiendo la polla a otro, excita y mucho. Puedes tener celos al principio, pero si ya has hecho tríos o intercambio de parejas, no hay celos, sino una excitación grande. Como en la conversación salieron esos temas que ellos habían tenido antes de tener hijos, pues sabía que a Cosme le vendría muy bien liberar algo de tensión en estos momentos. Celia necesitaba sí o sí que alguien le metiera su rabo, aunque ella prefería en estos momentos que yo fuera, pero os recuerdo que seguía sin tener condones, y no meto en un coño ajeno sin protección y aunque tenga las mejores referencias del mundo, lo primero es la salud de uno. Así que, ella seguía con la mamada. Cosme necesitaba meter en caliente y solo estaba el coño de su esposa.


Estábamos dentro del vehículo eléctrico, dentro de mi garaje techado que está en mi jardín de mi casa. 


¿Qué ocurrió realmente? Pues esto os lo dejo para el siguiente capítulo, porque creo que me he extendido demasiado.



Gracias de nuevo a todas las personas que dedican su tiempo para leer mis historias reales vividas.

Gracias a todas las personas que leen mis microrrelatos (es como una carta de presentación de dichas historias, no están en las primeras porque no pensé en ello al realizar y publicar, pero en el resto espero que si estén).

Gracias de verdad por los mensajes que me enviáis, porque sé que no tenéis porque hacerlo, pero aun así dedicáis vuestro tiempo en escribir y mandar.

Gracias también a las personas que nos les gustan mis historias, porque eso quiere decir que tenéis gustos distintos de lectura y de entender el sexo a vuestra manera y no se puede escribir ninguna historia que sea del agrado de todos los millones de personas que habitamos nuestro mundo.

Y gracias de nuevo por seguir, tanto en las redes sociales (siento que no participo mucho en ellas, porque me dedico a otras cosas, como trabajar, vivir, escribir y follar) pero sé que hay gente que a veces me lee en mi blog, o en mis redes.


Y ya os dejo con las ganas de saber que ocurre en el siguiente capítulo.


Gracias.



Nota de autor: "Dicha historia también la pueden encontrar en versión más caliente y con menos detalles, en TodoRelatos.com en el siguiente enlace "Celia. 44. Málaga. Casada. Ritmo fuerte. Prólogo" espero que disfruten como los lectores de dicha página web."

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